DESPUÉS DE...

Después de 18 años en la labor directiva del IES Virgen del Castillo (6 en la jefatura y 12 en la dirección), este curso volvía a ser un profesor de a pie, con mis 20 horas, mis guardias, mi tutoría y "toda la pesca". El cambio, después de tanto tiempo, y a pesar de que nunca dejé el aula, resultaba una incógnita.

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Como dije en su momento, comparto con el alumnado un popurrí de sociales que ha significado, sobre todo, plantearme dos retos. Uno de diseño y planteamiento de actividades en algunas materias nuevas e incluso sin currículo alguno como Patrimonio Histórico Artístico de 1º de bachillerato. Y otro, de selección y priorización de recursos para y en el aula. Así, por ejemplo:

• usar menos las TIC, tanto por la menor posibilidad de utilizar los recursos en algunas áreas (algo que se empieza a resolver con el uso de los móviles) como por las dificultades de la red.
• hacer líneas del tiempo en papel continuo grande
• elaborar carteles para algunas campañas contra el bullying o contra la violencia de género
• usar el libro de texto como base del trabajo cooperativo en 2º de ESO. 

Porque los recursos y las actividades son importantes, pero deben estar en consonancia y al servicio de metodologías activas de aprendizaje y estrategias de evaluación continua, global y formativa.

Además, hemos puesto en marcha el proyecto Historia es puro Teatro en 2º, 3º y 4º de ESO, lo que ha supuesto otro reto importante para todos.

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Y la incógnita se ha resuelto de manera muy satisfactoria porque me encuentro muy a gusto, muy tranquilo y disfrutando de mi trabajo y del alumnado con el que comparto aprendizajes, que parece que también está muy satisfecho con nuestra forma de trabajo y de aprendzaje. Era, por supuesto, algo que me podía esperar, pero de lo que no estaba totalmente seguro.

Se ha confirmado. Después de la tempestad, viene la calma. Y una sensación de tranquilidad y satisfacción muy grandes.