miércoles, 1 de abril de 2015

ESTO NO PUEDE SER. RELEYENDO A LOS CLÁSICOS (GINER).

Se están planteando cambios muy significativos que ponen en entredicho el modelo de Escuela. Iniciativas muy difundidas en la red como la de los jesuitas en Cataluña o la propuesta de eliminar asignaturas en Finlandia son sólo ejemplos, la punta del iceberg, de la necesidad que existe de reinventar la escuela como institución de aprendizaje en un mundo digital e incierto. En un mundo líquido, donde no sabemos para nada que nos deparará el futuro ni siquiera a corto plazo y donde el aprendizaje es ubicuo, informal, expandido, continuo, autónomo y aumentado por las redes e Internet. Son cambios que intentan desmontar estructuras que, visto lo visto, entorpecen las nuevas formas de aprendizaje constriñéndolas a una serie de costumbres y, también, mitos que impiden el verdadero desarrollo de las necesidades de aprendizaje del siglo XXI. 


Por todo lo anterior y en vista a una serie de ideas que se han manisfestado en diferentes ámbitos por los que me he desenvuelto recientemente, Jornadas de la Asociación Hespérides o en actividades de la Fiesta de la Historia en las que se venía a decir que es la propia estructura escolar (su organización, sus condiciones, su jerarquización, sus hábitos, etc.) los que impiden que la Escuela cambie. Y algo, o mucho, de cierto tiene que haber cuando releyendo a los clásicos nos encontramos con discursos como el que sirve de inicio de esta serie de entradas sobre sus ideas y aportaciones. Y Giner es uno de ellos. De los más destacados.


"Sustituid en torno del profesor a todos esos elementos clásicos por un círculo poco numeroso de escolares activos que piensan, que hablan, que discuten, que se mueven, que están vivos, en suma, y cuya fantasía se ennoblece con la idea de una colaboración en la obra del maestro. Vedlos excitados por su propia espontánea iniciativa, por la conciencia de sí mismos, porque sienten ya que son algo en el mundo y que no es pecado tener individualidad y ser hombres. Hacedlos medir, pesar, descomponer, crear y disipar la materia en el laboratorio; discutir, como en Grecia, los problemas fundamentales del ser y destino de las cosas; sondear el dolor en la clínica, la nebulosa en el espacio, la producción en el suelo de la tierra, la belleza y la Historia en el museo; que descifren el jeroglífico, que reduzcan a sus tipos los organismos naturales, que interpreten los textos, que inventen, que descubran, que adivinen formas doquiera... Y entonces la cátedra es un taller y el maestro un guía en el trabajo; los discípulos, una familia; el vínculo exterior se convierte en ético e interno; la pequeña sociedad y la grande respiran un mismo ambiente; la vida circula por todas partes y la enseñanza gana en fecundidad, en solidez, en atractivo, lo que pierde en pompas y en gallardas libreas".

Francisco Giner de los Ríos. 

Definitivamente, Don Francisco Giner de los Ríos, iría los EABE.

2 comentarios:

  1. Hola. ya sabes que me apasiona todo lo que publicas sobre el nuevo camino que debe tomar la escuela y la educación. Siempre me dejas son sensación de querer conocer más y reflexionando con los temas que planteas. En este caso también considero que la estructura escolar, con su jerarquización, y organización, es lo que bloquea los cambios tan necesarios que requiere la Escuela. Seguimos en contacto

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    1. Si no reflexionamos sobre la Escuela lo pagarán los aprendices. Bueno, ya llevan tiempo pagándolo.

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